Hacer algo dificil

Puedes aumentar tu propia fuerza mental y confianza en ti mismo haciendo algo difícil. Este es un consejo común de los gurús de la autoayuda y los entrenadores de estilo de vida, incluso en los libros para padres. Una cosa que siento que falta en este consejo es que este “algo difícil” debe estar justo fuera de su zona de confort y no completamente más allá.

Si no puede hacer más de 10 lagartijas, hacer algo difícil podría parecer trabajar para llegar a 11 o 12, no a 50.

Este concepto es algo que creo que también puede faltar en las artes marciales. Como profesores, hemos llegado a un cierto nivel de competencia a través del tiempo y la experiencia, pero olvidamos cómo es ser un estudiante. Entonces, los presionamos.

Con razón, hasta cierto punto.

Empujamos a nuestros alumnos a exigirse más a sí mismos, sí. Pero no más allá de lo que se puede lograr o arriesgar lesiones, fallas y abandonos.

Practicante Responsable

En un episodio reciente de Real Talk, Shihan Terry y Sempai Scott entrevistaron a dos iconos de Kyokushin: Shihan Judd Reid y Sensei Nicholas Pettas. Ambos han sido uchi deshi de Sosai Mas Oyama y han publicado libros de su experiencia.

Durante esa entrevista, hablaron de varios temas, pero cuando hablaron de defensa personal, Shihan Judd mencionó que si uno está en forma y tiene un buen golpe y un buen mawashi geri, es suficiente.

En ese momento, me reí un poco ya que por mucho tiempo, solía decir “todo se soluciona con un buen mawashi geri.” Lo decia entre bromas pero también, con las ganas usar esa tecnica con ciertas personas.

Un concepto que podría funcionar, si quieres terminar en la carcel.

Tener una buena patada y un buen “punch”, es, de cierta manera, lo mínimo que necesitas para defenderte (y algo de condición ayudaría también) sin embargo, no es suficiente.

Hace poco, fui agredido por un mujer en la calle. Una persona que perdió sus estribos trás de un accidente automovilistico. Afortunademente, no fue muy grave, sin embargo, le resultó fácil atacarme, insultarme y agredirme – y romper mis audifonos en el proceso.

Era una experiencia que me alteró bastante.

Ahora bien, si la única herramienta que tengo es golpear, creo que hubiera podido lastimarla gravamente, una situación que seguramente haría que me arrestaran. Sin embargo, fuera de sus gritos y empujones, nunca sentí peligro ni amenazado, simplemente era una persona fuera de sí.

Aunque traté de calmarla, la mejor solución fue simplemente irme, ya que al fin al cabo, no pasó nada grave.

Pero existen situación donde hay que controlar a la otra persona. Un ejemplo seria un pariente que se pasó de copas y que se ha vuelto abusivo. ¿Qué se hace en este tipo de situación? Noquearlo no es una opción, pero tal vez, una llave para forzar cumplimiento o quizas sujetarlo en el piso hasta que calme.

Es ahí donde, algo de lucho (“grappling”) es útil. Saber manipular el cuerpo de otro, de manera segura, un concepto que aprendí de un video de Gracie Jiu-Jitsu y me parece muy correcto.

Al ser practicantes de artes marciales, sabemos cosas que los “no practicantes” nunca sabrán, en particular, sabemos como lastimar y sabemos wue significa ser lastimado. Debemos usar ese conocimiento y expertise de manera responsable y madura para que sea al servicio de uno, su familia y amigos y no una carga.